Casi toda los fanáticos a la observación de la SCAS estaban en este lugar, alejado unas cuantas millas de la ciudad. Todos con el deseo común de presenciar un cielo despejado, aunque se presagiaba como lluvioso desde hacía días.
El viaje hasta el interior del parque es monótono, solo interrumpido por ocasionales autos que en la tarde ya estan abandonando la zona, algunos con botes a remolque. Pero nosotros íbamos en direción contraria.
A pesar de los mosquitos y las moscas (más temibles aun que los propios mosquitos) esperamos la noche. Al declinar el día, un increíble espectáculo se ofrece al visitante. Un cielo lleno de estrellas, una vista a la que ya no estamos acostumbrados los seres vividores de ciudad.
La Luna en primer plano, como astro más brillante de este escenario, llenaba el espacio donde estábamos con su presencia extraterrestre. Cámara Canon Powershot, 1/8 seg, ISO 200.
No pude sustraerme de las ganas de registrar la zona oscura de su cara. 8 Segundos, ISO 80.
Hacia el norte, y ligeramente al este, las huellas de la ciudad de Miami, emborronando la oscuridad de nuestro cielo. Se ven las tres primeras estrellas de la Osa Mayor. 100 segundos, a ISO 80.
Y no podía faltar la acostumbrada foto del grupo, terminando la observación y preparándose para la partida. Arriba, estrellas del cielo sur, como Canopus, excepcionalmente brillante. 100 segundos a ISO 80.
Y por fin, los visitantes y un tiempo para fotografías. Aquí, una prueba más en Orión. Con el cielo tan oscuro, se podía ver hasta la galaxia de Andrómeda a simple vista. 64 Segundos, ISO 80. Tres imágenes promediadas.
Aquí una vista que me atrapó. Arriba, al centro, las Pléyades, y en primer plano un árbol iluminado con las luces de un auto que pasó justo al momento de hacer la foto. Más que fantasmagórica, me resulta bella. 100 segundos a ISO 80.